Appetite y Tanto Deseo
El Leedor – Publicado el 21 abril, 2008Por Kekena Corvalán
De recorrida por San Telmo, conocimos dos propuestas diferentes en galerías de arte Appetite y Tanto Deseo ganadoras del premio Revelación en la feria Puro Diseño realizada hace unos días en La Rural. por Beatriz Montenegro de Antico y Eugenia Garay Basualdo Appetite y Tanto Deseo dos galerías con espíritu joven, con intención de brindar un espacio de creación propia sin que la demanda del mercado interfiera, surge de una necesidad personal, mezclada con la sensación de que hacía falta algo como esto en la ciudad. Participantes y ganadores del premio Revelación en la feria Puro Diseño realizada hace unos días en el Predio de La Rural. Su mentora Daniela Luna (galerista y artista) directora de ambos espacios mencionó la reciente apertura de una sede de Appetite en New York. Plantea Daniela Luna: “lo que generó Appetite es una propuesta, por un lado, artistas con mucho potencial y su desarrollo, además un enfoque con estrategia muy sólida a un crecimiento como galería, no un proyecto de arte“. Combinar lo riesgoso y la salida al mercado con una propuesta más directa. En este marco Appetite y Tanto Deseo inauguró el pasado 18 de Abril cinco muestras simultáneas en los dos espacios, objeto instalación, pintura, intervención y dibujo (ambas estarán hasta el 17 de Mayo) Galerías ubicadas en pleno San Telmo, lugar donde se mezclan las sensaciones, el arte llama al visitante y el paisaje invita a la reflexión y allí en medio de una noche de humo en la ciudad de Buenos Aires asomaba un pato amarillo gigante y chorreante en una vidriera fuimos en búsqueda de la movida artística paralela a la legitimada por las instituciones archi conocidas y dimos con estas dos muestras. En la galería Tanto Deseo ubicada en la calle Venezuela 638, en una sala totalmente ambientada con luz negra, una serie de dibujos con referencia al animé japonés (Natalia Lipovetzky) de excelente factura. Cabe aclarar la ingeniosa forma de mostrar su trastienda, en medio de la penumbra que ofrecía esa luz negra una pantalla mostrando ininterrumpidamente las obras, obligando al curioso observador a detenerse y participar. Galería Appetite Chacabuco 551, lugar donde las obras se enciman se entrecruzan se retroalimentan, provocativamente, generando la movilización del espacio y la visual. Siguiendo por el pasillo y empotrada en un juego de azulejos pintados de color celeste intenso encontramos Bijouterie para camiones (Daniel Basso) Con un escenario adecuado de paredes a medio pintar y con signos de humedad, nos invitaban a pasar pinturas que, según su autora, denotan reminiscencias románticas (Sofia Bohtlingk) podríamos decir con un toque surrealistas (se notaba cierta cita a Dalí en algunas de ellas) Las típicas edificaciones del barrio de San Telmo, han sido integrados a las muestras, destacándose más allá de ser meros soportes. Esas mismas obras en los típicos cubos blancos a los que estamos demasiado acostumbrados no causarían el mismo efecto, no funcionarían. Los dos espacios, con sus diferencias, componen atmósfera, generan contrastes con las salas institucionalizadas del arte, y sobre todo, permiten el entrecruzamiento de recorridos. La troupe de artistas que exponen en estas galerías tal vez sea el remanente de los neo pop y neo conceptuales de los noventas, inmersos en la estética kitsch, la superficialidad, y el clamor fetichista al sexo, fuertemente señalado en fotografías y objetos eróticos. |